“La necesidad consiste en poder unir el principio con el fin” Pitágoras.
Las
plataformas de contenido streaming, han sido las grandes beneficiadas en esta
época de confinamiento. Sus productos casi se han convertido en los opiáceos digitales
que relajan nuestra ansiedad creada por la incertidumbre de esta nueva
situación. Ya eran una droga consolidada antes del Covid-19, y cuando llegábamos
a casa después de la jornada laboral y las múltiples actividades
complementarias que exprimían nuestro tiempo, las películas y series que
ofrecían dichas plataformas eran nuestro trofeo nocturno tras el largo y
productivo día.
Cualquier
ciencia se convierte en arte cuando su fruto proporciona un bien común, ya sea
para el cuerpo o para el alma, y considero que tanto el cine, como la música y
los videojuegos, llegados a ese punto, pueden ser una gran medicina en su
debida aplicación, solo hay que saber cómo dirigir su uso y cómo incorporarlo
en nuestra rutina de vida. El pedagogo, psicólogo y filósofo John Dewey, ya entendía a finales
del Siglo IXX que, había formas de aprender incomprensibles en la
temporalización y contexto en la que se encontraba, y al igual que expuso en
esa época la espeluznante idea para algunos, y para otros revolucionaria, que
el maestro no debía ser el amo y dictador del aula, sino un elemento
participativo del aprendizaje común de sus alumnos mediante el conocimiento de
las necesidades y experiencias de estos, dicha idea se extrapola a nuestro
tiempo y contexto con el fin de usar el arte del cine, las series, los
videojuegos e incluso los cómics, como herramienta didáctica de aprendizaje y
reflexión, encajando a la perfección dichos elementos para ser usados en el hogar
y sacarle rendimiento y provecho a la dichosa situación de confinamiento.
Con
este fin, propongo la siguiente dinámica llamada denominada como “cinefórum”. John
Dewey establecía su teoría pedagógica en tres pilares fundamentales: la democracia,
la experimentación didáctica y la comunicación, y estos serán tenidos en cuenta
en la siguiente actividad que, en este caso, sí estará dirigida a los adultos
de la casa, así que se recomienda realizarla cuando los más pequeños estén
dormidos.
Esta
dinámica consiste en visualizar una película entre un grupo de personas, elegida
por la temática que trata. Una vez se haya visualizado la película el grupo se
reunirá para compartir las reflexiones individuales que esta ha producido en
ellos y ellas, y de manera coloquial, cada uno contestará dos o tres preguntas
que previamente se habrán concretado en relación con el tema que engloba la
cinta, siempre abiertos a opiniones e intercambios de ideas, porque este es el
fin último de la actividad, produciendo un aprendizaje compartido, activo y
democrático.
Gaztelu-Urrutia (2019) |
La
película que se propondrá en este caso se llama “El Hoyo”, y se
encuentra en la plataforma digital Netflix.
Su director es Galder
Gaztelu-Urrutia, y se desarrolla en un futuro
distópico donde los prisioneros se alojan en celdas verticales, observando cómo
los presos de las celdas superiores son alimentados mientras los de abajo mueren
de hambre. Esta cinta es una crítica monumental al modelo social en el que
estamos sumergidos, y merece la pena reflexionar sobre ello para caer en la cuenta
de que el rumbo social se configura dentro de cada persona.
Preguntas
de la dinámica
· ¿Tras
haber reflexionado después de ver la película, crees que, como sociedad, se
producirá un cambio significativo en nuestro estilo de vida?
· Si
se produce el cambio, ¿será para bien o para mal?
· ¿Se
tendrá en cuenta las necesidades y el sufrimiento provocado por el modo de vida
de las sociedades ricas sobre las pobres?
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